¿Cabe agregar algo? Una vez más, una imagen vale más que mil palabras.
furbol
Hace 14 años
lunes, 30 de junio de 2008
Digital Stock
Paso un pequeño "chivo"
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viernes, 27 de junio de 2008
Efemérides 27 de Junio (seleccionadas)
1462 - nace Luis XII, “el justo”, rey de Francia. (Ojalá hubiera cantidad de gobernantes que merecieran semejante apodo).
1550 - nace Carlos IX de Francia.
1693 - se publica en Londres la primera revista femenina "The Ladies Mercury".
1774 - nace Paula Albarracín, madre de Domingo Faustino Sarmiento, político argentino (La "madre del borrego").
1806 - las tropas inglesas toman Buenos Aires al mando de Beresford.
1809 - muere el explorador español Francisco de Viedma.
1832 - Nace Charles Lutwidge Dodgson, "Lewis Carroll", escritor británico.
1880 - nace Helen Adams Keller, conferencista y escritora estadounidense, sorda y ciega. (¡¡Digna de admiración!!)
1905 - se amotina la tripulación del acorazado ruso "Potemkin", en Sebastopol, y el buque se refugia en el puerto rumano de Constanza.
1929 - primera prueba de la televisión color en Nueva York (A veces me pregunto si fue realmente un avance...tecnológico seguro que sí...humano no sé).
1944 - los aliados ocupan Cherburgo.
1950 - el presidente estadounidense Harry Truman ordena a las fuerzas aeronavales acudir en socorro de los surcoreanos. (Hay cosas que no cambian).
1954 - la Unión Soviética inaugura el primer reactor nuclear para producir electricidad para uso público.
1964 - nace Johnny Herbert, piloto de fórmula 1.
1965 - Los Pumas (selección argentina de rugby) vencen por 11 a 6 a los Springboks (selección sudafricana de rugby).
1976 - Se constituye en Uruguay el Consejo Nacional, formado por civiles y militares, después de que fuera destituido el presidente Bordaberry.
1984 - Francia gana la Eurocopa Francia '84 de fútbol, al vencer a España por 2-0.
1985 - El presidente argentino Raúl Alfonsín es galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Iberoamericana.
1986 - el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya condena a los Estados Unidos a pagar una indemnización provisional de 370 millones de dólares por sus actividades contra Nicaragua.
1988 - el boxeador estadounidense Mike Tyson nockea a Michael Spink en 91 segundos.
1990 - La contra nicaragüense queda desmantelada al entregar sus armas los últimos 120 rebeldes a las fuerzas de paz de las Naciones Unidas para Centroamérica (ONUCA).
1994 - El dólar cae hasta su nivel más bajo frente al yen desde la II Guerra Mundial.
1998 - La NASA descubre un planeta a 15 años luz de la tierra.
1999 - El escritor mexicano Carlos Fuentes recibe de manos del presidente francés, Jacques 
Chirac, la primera edición del Premio de la Latinidad.
Chirac, la primera edición del Premio de la Latinidad.2001 - Muere Jack Lemmon, actor.
Elogio de la Lentitud
Por Carlos Ulanovsky
En un tiempo en que todo se hace a mil (y a e-mail) me permitiré el atrevimiento de preguntarme si tanta (o toda) rapidez debe ser cuantificada como signo de progreso. Estamos metidos en el tiempo implacable de la información al instante (urgente, cuantiosa, en ocasiones decididamente inútil), engrillados en prisiones de presiones, controlados por controles que ingenuamente suponemos que controlamos. Vivimos en guardia eterna, con pánico al mínimo retraso, espanto a cualquier filtración de tiempo, sometidos a una urgencia desvariada. Ahí andamos, definitivamente ganados (o perdidos) por la exigencia desmesurada, por la impaciencia precoz del vértigo laboral.
El desafío consiste en ser los más rápidos de los alrededores, y para eso hay que perpetrar la proeza de no dejar ni un minuto vacante.
Sé de mucha gente que ya no sale ni siquiera a almorzar con la excusa de que así no se expone a riesgos de robo, pero mientras come algo en su lugar de trabajo sella el compromiso de no alejarse del pico, de la pala, de la compu y del celular.
Dudo que sea yo la persona más autorizada para decir todas estas cosas, habida cuenta de que, para ser sinceros, estaría diciendo ni más ni menos que aquello que no hago en mi vida de todos los días.
Por eso me apoyaré en importantísimos intelectuales, habitantes de estepas primermundistas, como Milan Kundera, Sten Nadolni o Claudio Magris, que ya teorizaron con valentía y lucidez sobre la lentitud y reflexionaron sobre la velocidad como tiranía.
Ellos avanzaron y concluyeron que el humano contemporáneo tiene serias imposibilidades para reconocer que los enormes adelantos tecno-lógicos hacen mucho más veloz nuestra existencia, pero no necesariamente más rica. Ni mejoran nuestro mundo de afectos. Ni tampoco elevan los promedios posibles de creatividad.
Ellos escribieron sesudos tratados de reivindicación de la lentitud y estipularon que la fábula de la liebre y la tortuga ha perdido sentido en días como los que atravesamos, en los que las tortugas, cuando no corren, vuelan o se convierten en superhéroes ninjas.
En los escasos momentos en que logro distanciarme un poco de la sobreexigencia, me sumo a la idea madre (¿serían estas ideas que pueden llevar hasta nueve meses de gestación?) de reivindicar la lentitud, de empezar a vivir más despacio, de parar la mano.
No me parece mal intentarlo cuando lo que vemos que abunda son la máxima velocidad para llegar a ningún sitio, los ascensos fulminantes y su dolorosa contracara, las caídas estrepitosas.
–'Ta lento-, dijo alguien con voz de tono gauchesco y preocupación.
–Talento-, le respondió un sabio. -Talento es lo que falta. Y lo que sobra es prisa.
El autor es periodista y escritor
En un tiempo en que todo se hace a mil (y a e-mail) me permitiré el atrevimiento de preguntarme si tanta (o toda) rapidez debe ser cuantificada como signo de progreso. Estamos metidos en el tiempo implacable de la información al instante (urgente, cuantiosa, en ocasiones decididamente inútil), engrillados en prisiones de presiones, controlados por controles que ingenuamente suponemos que controlamos. Vivimos en guardia eterna, con pánico al mínimo retraso, espanto a cualquier filtración de tiempo, sometidos a una urgencia desvariada. Ahí andamos, definitivamente ganados (o perdidos) por la exigencia desmesurada, por la impaciencia precoz del vértigo laboral.
El desafío consiste en ser los más rápidos de los alrededores, y para eso hay que perpetrar la proeza de no dejar ni un minuto vacante.
Sé de mucha gente que ya no sale ni siquiera a almorzar con la excusa de que así no se expone a riesgos de robo, pero mientras come algo en su lugar de trabajo sella el compromiso de no alejarse del pico, de la pala, de la compu y del celular.
Dudo que sea yo la persona más autorizada para decir todas estas cosas, habida cuenta de que, para ser sinceros, estaría diciendo ni más ni menos que aquello que no hago en mi vida de todos los días.
Por eso me apoyaré en importantísimos intelectuales, habitantes de estepas primermundistas, como Milan Kundera, Sten Nadolni o Claudio Magris, que ya teorizaron con valentía y lucidez sobre la lentitud y reflexionaron sobre la velocidad como tiranía.
Ellos avanzaron y concluyeron que el humano contemporáneo tiene serias imposibilidades para reconocer que los enormes adelantos tecno-lógicos hacen mucho más veloz nuestra existencia, pero no necesariamente más rica. Ni mejoran nuestro mundo de afectos. Ni tampoco elevan los promedios posibles de creatividad.
Ellos escribieron sesudos tratados de reivindicación de la lentitud y estipularon que la fábula de la liebre y la tortuga ha perdido sentido en días como los que atravesamos, en los que las tortugas, cuando no corren, vuelan o se convierten en superhéroes ninjas.
En los escasos momentos en que logro distanciarme un poco de la sobreexigencia, me sumo a la idea madre (¿serían estas ideas que pueden llevar hasta nueve meses de gestación?) de reivindicar la lentitud, de empezar a vivir más despacio, de parar la mano.
No me parece mal intentarlo cuando lo que vemos que abunda son la máxima velocidad para llegar a ningún sitio, los ascensos fulminantes y su dolorosa contracara, las caídas estrepitosas.
–'Ta lento-, dijo alguien con voz de tono gauchesco y preocupación.
–Talento-, le respondió un sabio. -Talento es lo que falta. Y lo que sobra es prisa.
El autor es periodista y escritor
jueves, 26 de junio de 2008
Suerte
Un hombre sale como loco al balcón de su casa, y le grita a su mujer que está en el parque hablando con las amigas:
-"¡¡María!! ¡¡María!! ¡¡¡La pegué con el gordo, me saqué los 50 millones en la lotería!!!"
La mujer salta como loca de alegría, abraza a todas las amigas, y sale volando a la casa para abrazarse con su marido.
Cuando cruza la calle, aparece un camion a 80 km/h que, ¡¡¡ZAAAAASSS!!!!, sin frenar se la lleva por delante...
El marido abre los ojos hasta sacarlos casi de las órbitas, y dice:
-"¡¡Aaahhh...bueeeeno!! ¡¡¡Cuando se está con suerte, se está con suerte!!!
-"¡¡María!! ¡¡María!! ¡¡¡La pegué con el gordo, me saqué los 50 millones en la lotería!!!"
La mujer salta como loca de alegría, abraza a todas las amigas, y sale volando a la casa para abrazarse con su marido.
Cuando cruza la calle, aparece un camion a 80 km/h que, ¡¡¡ZAAAAASSS!!!!, sin frenar se la lleva por delante...
El marido abre los ojos hasta sacarlos casi de las órbitas, y dice:
-"¡¡Aaahhh...bueeeeno!! ¡¡¡Cuando se está con suerte, se está con suerte!!!
El Monte K2
El K2, la segunda montaña más alta del mundo (8.611 mts. sobre el nivel del mar) y una de las más difíciles de ascender. Es conocida por algunos como "La Montaña Asesina" Constituye un reto mayor para cualquier escalador.
Se hizo más conocida por el público en general a partir de la película "Límite Vertical", ambientada (aunque no filmada) allí.
(Click en la imagen para ampliar)
Algunas frases
Desconozco los autores de todas estas frases. De todas formas, en algunos casos, he decidido agradecer a las personas de quienes las recibí. En especial en los de aquellas frases que no son tan en broma, y que fueron de gran ayuda a lo largo del tiempo. Espero que las disfruten.
"Cuanto menos sé, más estudio.
Cuanto más estudio, más sé.
Cuanto más sé, más olvido.
Cuanto más olvido, menos sé.
¿¿¡¡Entonces para qué estudio!!??"
"Estudia hasta la muerte, y serás un cadáver sabio"
"La sabiduría me persigue, pero yo soy más rápido"
"Si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos"
"Morir es como dormir sin levantarse a orinar" (Es verdad)
"Si Dios hubiera querido que fuéramos homosexuales, en vez de a Adán y Eva, habría creado a Adán y Esteban" (Roberto Petinatto)
"El pesismista se queja del viento, el optimista espera que cambie. el realista ajusta las velas"
"Quien señala un problema, y no aporta una solución, se transforma en parte del problema"
"Yo dormía, y soñaba que la vida era alegría.
Desperté, y vi que la vida era servicio.
Serví, y vi que el servicio era alegría." (Rabridanath Tagore)
"Si lloras porque se ha puesto el Sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas" (Rabridanath Tagore)
"Casualidad es el seudónimo que Dios utiliza cuando no quiere poner la firma" (Desconozco el autor, pero se la escuché a Hugo C., un gran amigo)
"Cuanto menos sé, más estudio.
Cuanto más estudio, más sé.
Cuanto más sé, más olvido.
Cuanto más olvido, menos sé.
¿¿¡¡Entonces para qué estudio!!??"
"Estudia hasta la muerte, y serás un cadáver sabio"
"La sabiduría me persigue, pero yo soy más rápido"
"Si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos"
"Morir es como dormir sin levantarse a orinar" (Es verdad)
"Si Dios hubiera querido que fuéramos homosexuales, en vez de a Adán y Eva, habría creado a Adán y Esteban" (Roberto Petinatto)
"El pesismista se queja del viento, el optimista espera que cambie. el realista ajusta las velas"
"Quien señala un problema, y no aporta una solución, se transforma en parte del problema"
"Yo dormía, y soñaba que la vida era alegría.
Desperté, y vi que la vida era servicio.
Serví, y vi que el servicio era alegría." (Rabridanath Tagore)
"Si lloras porque se ha puesto el Sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas" (Rabridanath Tagore)
"Casualidad es el seudónimo que Dios utiliza cuando no quiere poner la firma" (Desconozco el autor, pero se la escuché a Hugo C., un gran amigo)
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